O saben lo que pienso.
O pienso lo que quieren.
Las dos "o" evidencian que aún está habilitada la sospecha, y es poco probable que la controlen. No porque no puedan, sino porque la sospecha no parece ser rentable, y es por eso por lo único que les interesaría.
Más allá de su poder casi omnímodo, son muy previsibles.
Sus apetencias pierden complejidad a medida que crece su poder de controlarlo casi todo.
Estamos convencidos de que algunos entienden cómo funcionan las cosas.
Eso no significa que las cosas funcionen así.
Algo sigue dirimiéndose en el territorio de todos los tiempos: es lo que aún
nadie ha pensado.
