OTRO CAFÉ

Hoy viene la runfla de fantasmas
Infaltable cita semanal
Traen halagos para abrir la puerta,
iniciar la velada;
y terrores aburridos para el café,
derramado y solo
Liturgia rutinaria
Ineludible
Para otra vez
perder el rumbo
que no existe
pero perderlo

Aún así.
Mientras espere para juntar los trozos
de la taza que aún no habrá estallado
contra el suelo
habrá algo promisorio:
ilusión para soportar otra semana
de que hoy haya sido la última vez
de esta lamentable,
fastidiosa pantomima
Esperando que me dijeran si estoy vivo
Antes de desaparecer

 

MÁQUINA FASCISTA

 

Dos paradojas:

1) En cada pieza de la Máquina, está la Máquina; en cada mecanismo parcial que la estructura, está la Máquina entera
2) El Deseo es el de liberarse de la Realidad que el mismo Deseo creó un día para liberarse de la Realidad ...

 

La Máquina fascista funciona funciona funciona por banalidad y decantación, por resentimiento y reacción.

 

Equilibradamente alimentada por fuerzas opuestas: el solaz esparcimiento ante lo inevitable contra el empeño heroicamente inconducente por evitarlo la transforman, en su fricción, en una máquina cada vez más vigorosa.

 

La Máquina fascista piensa piensa piensa : tan fascista el pensamiento que la exalta y la saluda gozoso como las invectivas que la denuncian y sueñan fascistamente con su destrucción.
Horror construido de levedad, por demolición.

Parque de diversiones para todos los gustos. Pueden elegir: todas las atracciones conducen al tren fantasma.

El horror no es una contingencia repentina del día en el que sucede. El horror germina cada penúltimo día de tu comodidad y mi cobardía o viceversa.
La comodidad de no crearle a la máquina hermosas fallas inútiles que sus mecanismos utilitarios nunca podrían comprender como la estupidez de este texto no podría imaginar.
O la comodidad y la cobardía de crearle fallas hermosas , inútiles, pero muy esporádicas.

Muy escasas.

Demasiado pocas.