Thursday, December 05, 2024

DESPUÉS DE AYER


 

                                          pero había tantas otras cosas en el mundo…

El miedo era el mismo.

Los fermentos, diversos.

 

Había fermentos reactivos.

Todo lo concebían de manera bélica, pero no hubieran soportado un solo segundo en ningún frente de batalla.

No dudaban, nunca vacilaban. Cualquier opinión obedecía al orden implícito de la provocación estéril. Siempre el mismo orden. Podían resultar algo siniestros la primera vez…también, por qué no, algo fascinantes (la fascinación que un esperpento conlleva). Eran absolutamente aburridos y previsibles desde la segunda vez en adelante. Muy pronto se les adivinaba la única y rutinaria intención del exabrupto, llamar la atención como chicos caprichosos, romper algo o salir a cazar culpables, todo ello virtualmente casi siempre. O no. Patrullas perdidas el día que la guerra imaginaria se les evaporó detrás de un armisticio  firmado por nadie.

Pura impotencia.

 

Había fermentos depresivos.

El día menos pensado desaparecían y no quedaba rastro. Afantasmados definitivamente, se convertían en un gran interrogante, en un enigma; por el mero hecho de querer saber qué les había pasado, dónde se habían metido o qué hacían con sus vidas. No por alguna preocupación que moviera cierta sensibilidad hacia ellos. Solo curiosidad. Morbosa tal vez. Virtual.

Siempre es bueno tener a mano la posibilidad de confirmar una debacle que no sea la propia.

 

Había fermentos que consumían compulsivamente en el mercado de la alegría.

Scrolleaban alegrías sin parar, como si intentaran una operación mágica que les permitiera parecerse a alguna alegría, a la próxima que apareciera sumiendo en el olvido a la anterior, o a cualquiera que apareciera aleatoriamente en la memoria o en el delirio (y alguien ganaba mucho dinero con eso…). Gastaban lo que no tenían. Se endeudaban en tiempo y espacio y cada tanto, esporádicamente, alguno creía lograr su semblante de alegría; que quedaba flotando como una burbuja unos segundos hasta ser desplazado por otra burbuja más rimbombante (y alguien ganaba mucho dinero con eso…). Una vez en los márgenes, era muy común que empezaran a soplar frenéticamente para volver a sentirse en el centro de la escena. Se cuenta que a muchos un día les explotaba la cabeza…como una burbuja. Virtualmente claro. O no.

Y alguien ganaba mucho dinero con eso…

 

Tal vez hubiera muchos otros tipos de fermentos. Sería inútil citarlos a todos.  

 

Algunos presumen haber empezado a entender cómo están funcionando las cosas. Podrían callarse.

Allá afuera las cosas ya han dejado de ser así. Ahora hemos llegado a esto y no sabemos cómo.

Las taxonomías caducan rápido. Todo ha mutado aceleradamente desde la última vez.

El miedo cambiará porque ya ha cambiado

No sabemos qué pasa y tendríamos que saberlo.

Cuando lo sepamos, será inútil.

Mañana tal vez sea diferente.

 

 

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