No estoy preso a la fuerza ni
por miedo al castigo previsto para quien se fuga.
Estoy preso por placer.
Me es casi adictivo girar en círculos.
Me excita no ir a ningún lado.
No necesito
salir de aquí.
La celda puedo ser yo o puede ser el mundo entero.
Si una de esas opciones es producto de mi imaginación, la otra será el
delirio que la reemplace.
No sé si fue así lo que recuerdo. No sé si he olvidado.
Mi cuerpo se limita a unos pocos movimientos entre las infinitas maneras
que admite, se está degradando lentamente y no me importa en lo más mínimo.
Hasta puedo imaginarme que no lo sé.
Las múltiples experiencias posibles que están obturadas son un inmenso
misterio que no me inquieta cuando me aprieta el cuello hasta la asfixia.
Puedo aparentar ser un idiota o no serlo según la ocasión, ante los
demás o ante mí. Es lo mismo. Y me sale tan bien como a ellos.
Éxtasis de no salir de la misma máscara de siempre.
Es paradójico por decir algo y no importa.
Delirio orgiástico recurrentemente. disfrazado
de lo mismo.
El desperdicio está felizmente bajo control.
Moriré por placer.
No comments:
Post a Comment