Mendigos rutilantes
Solo ves mendigos rutilantes
(te ha convencido tu ojo
hipertrofiado
de que todo se te muestra y
requiere tu opinión)
No es el Cosmos ni el Caos
tu soliloquio involuntario, compulsivo
que te alude, te escarnece
te querella,
silencioso y cegador como una explosión solar
pero Invisible como la materia negra de tu amor
Insaciable, mezquina y vil patraña
Todo empieza y acaba en tu nariz,
alternativamente,
En flujo circular
Sobrevivir es no saber qué hacer
con tu vida
Hay días., como si quisieras
Te ves
Te oís
Te hablás
Te preguntas
Te respondés
Te predicás una salida a la
tragedia
que apenas si llega a grotesco esperpento
como presume quien presume
el sainete
de ser la Mente Universal:
no tenés discípulos ,
pero todos ellos te han traicionado
Y nada ha estallado ni estallará
nunca,
solo con tus imprecaciones, alarmas y advertencias
desapercibidas como un cometa
fuera de órbita
Nadie te pide lo que das
Ni un consejo, ni una orden
Ni un elogio arrastrado
Ni un insulto
Nada:
Si lo hiciera, no entenderías el lenguaje de su
ruego
Los pordioseros te suplican
ostentando lujosa bijouterie, mendigando tu
envidia
pidiéndote que te humilles
ante su humillación sin fondo ni forma,
ante su miseria la tuya
disimulando su seducción
para hundirte con su desgracia en tu desgracia
de no alcanzar nunca la más mínima
fugaz
Belleza
Si lo entendieras
Si lo entendieras
Que solo pueda hablarte desde la
primera
a la segunda persona del singular
es indicio evidente del desastre
Si lo entendieras
No podrías dar algo más
que tu carota sonriente
Mendiga
Rutilante
Mientras sigas así….