El Orden Cósmico puede ser real o imaginario. También el
Caos.
Todas las palabras pueden ser reales o imaginarias. Si pasan
de un estado al otro, es porque ambos las habitan.
El suelo puede desaparecer bajo los pies y no habrá sitio
alguno hacia el cual caer.
El aire puede
cristalizarse como un diamante en el próximo instante para destrozar lo que se le oponga.
Ninguna mitología es definitivamente consistente cuando al
mismo tiempo algo nos dice.
Ningún concepto tiene asegurada la eternidad mientras
deslumbra en sus conclusiones o maravilla en la potencia de sus sentidos, imaginarios
o reales todos.
El Poder detiene las cosas por un instante. Algún tiempo o siglos. Lo mismo da. Pero es
perentorio, deletéreo.
El Poder es impotente, ya se sabe. Pero es Poder mientras su
impotencia no sea evidente. Mientras se lo imagine real (la Realeza...)
Entonces, el deseo de liberarse de "la realeza" puede
llegar a hacernos saber que el Deseo siempre lo es de lo imposible, o sea, de
lo real, o sea, de lo imaginario.
Pero Deseo es también una palabra. Por lo tanto, puede
llegar a querer decir otra cosa. Siempre otra cosa cada vez.
Nada detiene a nada en ningún lugar.
Medimos el tiempo de acuerdo a lo que tarda una partícula de
polvo cósmico en completar un círculo en torno a una chispa.
No podemos saber acabadamente qué significa
"efímero"(otra palabra...)
El Imperio será efímero, cualquier cosa sea que eso
signifique.